Solución a problemas del agua de piscina
Los problemas del agua de la piscina suelen ser causas de intensos dolores de cabeza. Y es que, el verano ya ha llegado y con él, las ganas de disfrutar de un buen chapuzón en el agua de nuestra piscina. El intenso calor y las agobiantes temperaturas nos obligan a encontrar refugio en la refrescante piscina. Y si es posible, nos pasamos todo el día en remojo, sintiéndonos más peces que personas.
No obstante, un buen chapuzón no depende únicamente del tener una piscina llena de agua. El estado y condiciones del agua son importantes para garantizar el disfrute de un baño salubre y placentero. Y es que, más de alguna vez, habrá prescindido de su baño al observar un color extraño en el agua o la aparición de elementos no deseados. Llegado a ese nivel, conviene encontrar una solución cuanto antes para recuperar el aspecto saludable del agua para volver a zambullirnos en nuestra piscina.
No hay verano sin piscina, y no hay baños sin los cuidados y mantenimientos necesarios para su piscina.
A continuación, encontrará una lista de los posibles problemas que pueden surgir en su piscina, sus causas y sus soluciones. Le recordamos que, en nuestro catálogo, encontrará una amplia selección de los productos desinfectantes preventivos y combativos más efectivos de todo el mercado.
Soluciones a los problemas del agua de la piscina más comunes
Agua turbia y blanquecina
El agua no presume de su habitual aspecto cristalino y claro de siempre. Aparece turbia, con un ligero color blanco que opaca su transparencia y dificulta ver el fondo de la piscina.
Esto puede ocurrir por varios motivos. Los más habituales son un desequilibrio del pH (nivel alto de pH) o exceso de impurezas. Un valor inadecuado de pH provoca que los otros productos químicos no actúen de la manera esperada y no generen el efecto deseado. Provocando un balance negativo en la calidad del agua. Una mala filtración, ya sea porqué el filtro está sucio o no absorbe los residuos que debería, provoca que haya más cantidad de partículas en suspensión asentadas en el agua. Estas diminutas motas de suciedad flotan y se acumulan en la piscina. Como consecuencia de una filtración ineficaz y un exceso de impurezas, el agua se enturbia.
- Tratamiento preventivo a la turbidez:
El primer paso, en cualquier guía del buen cuidado del agua de la piscina es el del mantener el pH en un nivel neutro y óptimo.
Un proceso de filtración deficiente suele ser el motivo del agua turbia. Para ello, debemos comprobar que el equipo de filtración (bomba y filtro) corresponden al tamaño de nuestra piscina. Limpiar el filtro asiduamente le garantiza una actividad mucho más eficiente y exitosa. Además, regularmente deberá cambiar su filtro o sustituir el material filtrante (arena, vidrio…).
Para contribuir a una mejor filtración y a una limpieza más efectiva, se debe añadir floculante habitualmente. El floculante agrupa las impurezas en una masa de suciedad que es mucho más fácil de limpiar. El suministro de floculante debe repetirse durante toda la temporada de baño.
- Tratamiento combativo de la turbidez:
Recuperar el equilibrio del pH con productos adecuados para ello. Dosificar floculante y dejar actuar durante unas 8 horas. Este paso se realizará sin la presencia de bañistas en la piscina. Tras ese margen de tiempo, comprobará que el agua presume de un aspecto más claro y nítido. También observará que se ha formado una masa de residuos en la superficie o en el fondo de la piscina. Puede recoger esas impurezas con ayuda de un limpiafondos o de forma manual.
Para maximizar los resultados y devolver el aspecto cristalino al agua, se deberá repetir el proceso alguna vez más.
En el caso de que el floculante y una buena filtración no funcionen, procederemos a realizar un tratamiento de choque. Este paso consiste en añadir más cantidad de cloro de lo habitual para conseguir una desinfección rápida y potente. Será importante respetar el tiempo de espera recomendado por el fabricante entre la dosificación y el próximo baño. Puesto que, el nivel de cloro del agua será muy alto y puede comportar irritaciones.
Aparición de algas
La proliferación de algas es uno de los problemas más recurrentes en piscinas. Lo más habitual es encontrarlas flotando en el agua, dotándola de un aspecto verde y muy turbio.
También las encontramos adheridas por la superficie de la piscina y de otros accesorios de la piscina. Las algas aparecen a causa de un bajo nivel de cloro libre en el agua.
- Tratamiento preventivo antialgas:
Este tratamiento debe ser constante con el fin de evitar su aparición. Existe un sinfín de especies de algas, y aunque las más comunes son las verdes, hay algún tipo que es muy difícil de erradicar una vez ha aparecido. Lo más efectivo es dosificar antialgas con frecuencia. Existen productos Multiacción con un componente antialagas que, además de proporcionar otros cuidados a la piscina, la protegerá de la proliferación de este tipo de parásitos.
- Tratamiento combativo antialgas:
En el caso de que el tratamiento de prevención no haya sido suficiente y sufra la desdicha de tener algas en su piscina, debe empezar detectando qué tipo de algas tiene. Existen las verdes (flotan en el agua, dando un aspecto verde al agua), las mostaza o marrones (se adhieren a la pared y dan un aspecto coloreado y sucio al agua) y las negras (se adhieren a la pared y son las más complicadas de eliminar).
En cualquier caso, es recomendable iniciar el tratamiento cepillando toda la superficie de la piscina donde haya huella y rastro de algas.
Antes de iniciar cualquier dosificación de producto, ajustaremos el pH a un nivel neutro para que el producto a verter tenga el efecto correspondiente. Seguidamente, añadiremos un tratamiento de cloro de choque para desinfectar a fondo el agua. Siga las recomendaciones del fabricante a la hora de verter la cantidad adecuada para el tamaño de su piscina. Puede optar, también, por dosificar un floculante y facilitar la tarea de recogida de impurezas al limpiafondos.
Tras estos pasos, es importante activar la filtración del agua durante 24 horas. Tras este tiempo, volveremos a cepillar las paredes y el suelo de la piscina. Como último paso, añadiremos el alguicida para evitar que las temidas algas vuelvan a hacer su aparición.
Agua coloreada o marrón
El agua coloreada es sinónimo de un pH bajo y de la presencia de minerales en el agua (hierro, cobre, magnesio). Como consecuencia, el agua puede adoptar una tonalidad negruzca, amarillenta o parda.
Un agua con color café rojizo o incluso negro es causa de la presencia de hierro o manganeso. El hierro se origina por la corrosión o erosión del equipo de filtración de la piscina. El manganeso, en cambio, puede aparecer por un agua contaminada o la dosificación de ciertos productos, provocando un agua de tonalidad morada o negra.
- Tratamiento combativo:
Será importante mantener un buen equilibrio de pH y hacer un tratamiento de cloro de choque. Posteriormente, se activará el equipo de filtración y se dejará en marcha durante 24 horas. Optativamente, se añadirá floculante par aclarar el agua y evitar un posible aspecto opaco.
También resulta eficiente verter algún producto especializado en eliminar minerales como lo capturadores de metales.
Manchas en las paredes de la piscina
La presencia de manchurrones marrones en la estructura de la piscina no es otra cosa que la acumulación de iones metálicos en el agua.
Los metales disueltos en el agua pueden perjudicar seriamente la salud de los bañistas, por lo que conviene eliminarlos de inmediato. Sobre todo, es preferible intentar prevenir la formación de manchas leyendo prospectos de los desinfectantes y evitar su uso.
Los metales disueltos en el agua pueden aparecer debido a la corrosión de la tubería, equipos de filtración y otras conexiones. También se originan por la presencia de impurezas en productos químicos.
- Tratamiento combativo:
Para eliminarlas, deberá frotar con ahínco la zona afectada con algún cepillo especializado. En el caso de que las manchas persistan y no desaparezcan tras el frote, deberá vaciar la piscina y verter un desincrustante. Importante elegir un producto acorde al material de la piscina para evitar dañar su estructura.
Incrustaciones calcáreas
La aparición de la cal es debido a la presencia de sales de magnesio y exceso de calcio en el agua, lo que aumenta su dureza. En consecuencia, tiende a generar incrustaciones calcáreas en ciertas zonas de la estructura de la piscina y de diversos accesorios de piscina. La cal dificulta la limpieza y el mantenimiento de la piscina.
Otros factores que propician a la aparición de la cal es el pH elevado, por lo que una buena medida preventiva será la de mantener el nivel de pH en un valor neutro (7.2 – 7.6).
La mayor gravedad del asunto sucederá en el caso de que las incrustaciones de cal alcancen el material filtrante del filtro. Ya que pueden provocar un apelmazamiento que imposibilite la filtración del agua. También puede suceder que aparezca cal en alguna sonda de algún equipo de dosificación, medición o desinfección e impida su correcto funcionamiento.
- Tratamiento combativo:
Ante la presencia de cal, lo más recomendado es aplicar un antical en las zonas dañadas. Siempre teniendo en cuenta el valor de pH y corrigiéndolo en caso de desequilibrio.
En el caso de que sea el filtro el calcificad por la acumulación de cal, minerales u otros residuos, deberemos prestar atención a su material filtrante. Vaciaremos la totalidad de agua del filtro, lo abriremos y verteremos una solución del 10% de producto desincrustante. Dejaremos reposar durante 8 horas, para después, activar el sistema de filtración el modo “lavado”.
Espuma en el agua
La superficie del agua aparece con una espesa capa de espuma blanca, amarillenta o de tonalidad marrón. Está conformada por miles de burbujas de aire recubiertas con una película de suciedad que les suma dureza y dificulta su erradicación.
Es importante distinguir las simples burbujas de aire de la espuma de la piscina. Por lo general, las burbujas típicas son fáciles de remover y explotar, por su constitución ligera. Sin embargo, pueden vestir una segunda capa conformada por restos de materia orgánica presente en el agua. Dicha materia procede de lociones corporales, perfumes, sudor y otras sustancias que el bañista introduce en el interior de la piscina. La espuma también puede surgir por un exceso de productos químicos o por niveles muy bajos de dureza cálcica. De igual manera, algunos alguicidas son causantes de esta reacción.
- Tratamiento preventivo:
Para reducir el nivel de materia orgánica en la piscina, una buena opción es ducharse antes de meterse en la piscina. Una ducha rápida ayudará a eliminar buena parte de las sustancias adheridas en el cuerpo de los bañistas, como lociones, sudor, champús y acondicionadores. De esta manera, disminuiremos la carga de materia orgánica que se acumula en el agua de la piscina.
- Tratamiento combativo:
Una supercloración o tratamiento de choque con algún producto clorado erradicará los contaminantes y preservará un aspecto del agua más cristalina y transparente. Importante activar el sistema de filtración para garantizar una repartición equitativa del producto. Es importante realizar este proceso con un nivel de pH óptimo y neutro.
Otro paso que es también aconsejable es verter por el desagüe parte del volumen de agua de la piscina y sustituirla con agua limpia. De esta manera, nos aseguramos de que nos deshacemos de una buena cantidad de la materia orgánica presente en el agua.
Irritación de ojos y piel (agua con intenso olor a cloro)
A veces, una piscina suele acumular un nivel excesivo de cloro. Lo que genera un fuerte olor en el ambiente a desinfectante, que puede afectar negativamente a olfatos sensibles. Además de provocar picores, irritaciones y escozores en la piel, mucosas y ojos de los bañistas.
Por lo general, el exceso de cloro suele ocasionar el malestar durante el baño, perjudicando la salud de las personas.
- Tratamiento combativo:
Para acabar con el problema, será necesario medir y ajustar los niveles de pH y de cloro. Si, en los resultados obtenidos, observa un nivel superior a 0,3 ppm, significa que el cloro combinado del agua es de un porcentaje alto. Procederemos a realizar un tratamiento de choque con Dicloro.
Valores muy superiores a 0,3 ppm supondrán la necesidad de reducir el cloro total del agua. En este caso, un buen indicativo será el fuerte aroma a desinfectante que desprenderá el agua. Para recuperar un parámetro de cloro correcto, dosificaremos un neutralizador de cloro que se encargue de eliminar el exceso. Un nivel óptimo de cloro total debe oscilar entre 1,2 y 1,5 ppm.
Irritación de ojos y piel (agua inolora)
Además de irritaciones y escozores, destiñe la ropa y blanquea el color del cabello. Esto es indicio de un exceso de cloro libre. A su vez, otro efecto negativo que provoca es el envejecimiento prematuro del liner. Puesto que elimina su pintura y el tratamiento anti-rayos UV que lo recubre.
El cloro libre es un componente del cloro potencialmente desinfectante que está presente en el agua. Se la ha bautizado como “cloro libre” al no haber reaccionado aún con los contaminantes del agua. Constituye el desinfectante sobrante para combatir a los residuos. El cloro combinado, en cambio, sí ha realizado su labor desinfectante, consiguiendo un resultado de cloro combinado con otros compuestos orgánicos. Ambos cloros conforman el cloro total.
- Tratamiento combativo
Para reducir el nivel de cloro libre, iremos disminuyendo la dosis diaria de cloro a suministrar en la piscina hasta alcanzar un parámetro aceptable. Para ello, es importante realizar mediciones diarias del nivel de cloro. Recuerde que un valor óptimo de cloro se sitúa entre el 1.2 y el 1.5.
Otra solución, también eficiente, es vaciar una parte del volumen del agua de la piscina en un desagüe y llenarla de nuevo. El cloro existente se diluirá en la totalidad del volumen, consiguiendo un reajuste de sus niveles. No obstante, esta solución supone un coste económico más elevado y es contraproducente para el medioambiente al hacer un malgasto de un recurso natural.
Tabla problemas y soluciones problemas del agua de piscinas
Para facilitarle la búsqueda de soluciones para los problemas del agua de su piscina, le facilitamos una tabla resumen. En ella encontrará los principales problemas y posibles soluciones con productos químicos específicos.
PROBLEMA | CAUSAS | SOLUCIÓN |
Agua turbia | pH elevado, Filtración escasa o filtro en mal estado, Exceso de impurezas en el agua | Equilibrar el pH. Lavar el filtro o sustituirlo en caso de malas condiciones. Tratamiento de cloro de choque. Añadir floculante |
Agua blanca | Exceso de cal producido por la reacción de las sales calcáreas con el cloro | Dosificar antical |
Agua verde | Presencia de algas verdes | Cepillar las paredes y el fondo de la piscina. Equilibrar el pH. Tratamiento de cloro de choque. Dosificación de antialgas. Opcionalmente: añadir floculante y pasar el limpiafondos |
Agua verde con manchas negras | Presencia de algas negras debido a un bajo nivel de cloro libre | Dosificación de antialgas con filtración activada. Equilibrar el pH. Tratamiento de cloro de choque. Opcionalmente: añadir floculante y pasar el limpiafondos |
Agua marrón | Presencia de minerales en el agua (hierro, magnesio, cobre) | Equilibrar el pH. Tratamiento de cloro de choque. Utilizar capturador de metales. |
Incrustaciones calcáreas | Formaciones calcáreas sólidas en la estructura de la piscina, interior del filtro y accesorios de la piscina | Equilibrar el pH. Dosificar antical cada 1 – 2 meses. Opcionalmente: Instalar descalcificador |
Manchas en las paredes de la piscina | Presencia de iones metálicos | Frotar las manchas. En caso de persistencia, vaciar la piscina y frotar las manchas con desincrustante. |
Irritación ojos y piel (Fuerte olor a cloro) | Exceso de cloro combinado (cloraminas). Cloro libre bajo. | Equilibrar el pH. Tratamiento de cloro de choque. Esperar hasta que el nivel de cloro descienda hasta valores de 1,2 – 1,5 ppm. |
Irritación ojos y piel (Tejidos desteñidos y blanqueamiento del cabello) | Exceso de cloro libre | Reducir la dosis diaria de cloro hasta alcanzar un nivel de cloro de entre 1,2 y 1,5 ppm |
Espuma | Exceso de materia orgánica en el agua. Reacción de ciertos alguicidas | Equilibrar el pH. Tratamiento de cloro de choque. Mantener una dosificación periódica de antialgas. Opcionalmente: Verter parte del agua en el desagüe y reemplazar con agua nueva |
Productos químicos para tratar el agua de la piscina
Reguladores de pH
En el mercado existen diversos tipos de productos que ayudan a equilibrar el pH del agua a fin de conseguir el valor neutro que permita el baño.
El pH es un índice que mide el nivel de alcalinidad / acidez del agua. Un valor óptimo de pH y que, por tanto, sea indicativo de condiciones óptimas de salubridad para el baño, debe oscilar entre los 7.2 – 7.6. Un correcto pH combinado con tratamientos desinfectantes y de limpieza de la piscina, evitarán la aparición de microorganismos y bacterias en el agua.
Es imprescindible que, para garantizar el efecto de las otras sustancias químicas dosificadas en la piscina, el pH se encuentre en su valor neutro. De lo contrario, los desinfectantes pueden provocar reacciones adversas.
El primer paso para saber el valor del pH es medir su nivel. Para ello, existen dispositivos automáticos que se encargan de dicha función. No obstante, existen kits de análisis del pH de uso manual, mucho más económicos e igual de eficientes.
En caso de obtener un resultado de agua alcalina o ácida, deberemos dosificar los productos pertinentes. Un minorador de pH en el caso de que el agua tenga un valor alto de pH; o un incrementador de pH en el caso de que el pH sea bajo.
Cloro
El cloro es un elemento químico muy común en tratamientos de desinfección, purificación e higienización del agua. Erradica cualquier organismo o elemento patógeno presente en el agua, para asegurar un entorno limpio y libre de bacterias.
En el mercado existen dos tipos de cloro para que, en función las necesidades de desinfección de la piscina, dosifique uno u otro. Es importante conocer las diferencias entre ambos tipos para poder aplicar el tratamiento correcto a nuestra piscina y conseguir los resultados deseados.
Cloro lento (Tricloro) |
Cloro de choque (Dicloro) |
Este tipo de cloro es el que se emplea para el mantenimiento habitual del agua de la piscina. Su disolución lenta procura desinfectante continuado y gradual en la piscina. Permite una limpieza y desinfección constante y por más tiempo. A diferencia del cloro de choque, su disolución es lenta y su fórmula contiene una concentración de cloro más elevada.
El cloro lento lo podemos encontrar en múltiples formatos: líquido, sólido en tabletas, sólido granulado… Para que sea el propio usuario quién decida qué versión le resulta más sencilla de manejar y dosificar. |
El cloro de choque, cloro rápido o dicloro, tiene una fórmula que le permite disolverse rápidamente en el medio acuático. Es un tratamiento que se utiliza a modo de tratamiento combativo o curativo. Su rápida desinfección promete cambios notables y visibles en aguas que sufren algún problema.
Los tratamientos de cloro de choque o Supercloración consisten en dosificar una cantidad superior a la habitual de cloro en la piscina para conseguir un resultado inmediato. Gracias a su fórmula de rápida disolución, en apenas unas horas, el cloro se habrá diluido en el agua y habrá realizado su función desinfectante. |
Bromo
El bromo es la gran alternativa de producto desinfectante de piscinas. Su disolución es lenta, tiene un gran poder oxidante que permite erradicar la materia orgánica del agua de la piscina. Es realmente eficiente en tratamientos contra hongos, algas y bacterias.
A diferencia del cloro, el bromo no genera malos olores ni provoca irritaciones ni picores en piel y ojos. La razón por la cual el cloro sí desprende un potente y característico aroma es por las cloraminas. Un compuesto químico originado por el contacto del cloro con las impurezas presentes en el agua.
Otra ventaja respecto al cloro es su alta efectividad de desinfección en un ambiente de pH alto. Además, el comportamiento del bromo en medios expuestos a elevadas temperaturas es favorable. Constituyendo así, un producto recomendado para hidromasajes y piscinas climatizadas. No obstante, es un producto de precio algo elevado.
Antialgas
El antialgas es un producto de suma importancia en la desinfección y prevención de la calidad del agua. Es un gran olvidado dentro de los tratamientos de piscinas. Por lo que, cuando detectamos la presencia de algas en la piscina es demasiado tarde para realizar una acción preventiva. Los métodos para erradicar las algas suelen ser tediosos y requieren de mucha dedicación. Existen muchos tipos de algas, y muchas de ellas tienden a adherirse en las paredes y suelos de la piscina. Siendo, casi obligatorio, el cepillar esas zonas de la estructura para conseguir su desprendimiento.
Pese a que el antialgas también puede funcionar como método de eliminación de dichos microorganismos, es un tratamiento destinado a su prevención. Su dosificación es semanal, y dependerá de la concentración y el formato del producto.
Floculante
También bautizado con el nombre de clarificante o coagulante para piscinas, es un producto que tiene la función de mejorar el aspecto del agua. Suele utilizarse en casos de agua turbia, para recuperar su transparencia y claridad.
Sin embargo, el floculante no es un producto que elimine las partículas de suciedad que enturbian el agua. Su acción se basa en agrupar todas las impurezas que el filtro o el sistema de limpieza no han sido capaz de absorber. Las diminutas partículas se unen formando flocos de suciedad que se acumulan en la superficie del agua o en el fondo de la piscina. Estas partículas sólidas en suspensión tan difíciles de limpiar se componen de restos de lociones y cremas, polvo, barro o incluso algas.
Importancia de desinfectar el agua de la piscina con frecuencia
Una limpieza del agua y de la piscina, una buena filtración y tratamientos de desinfección son elementos clave para garantizar baños en condiciones óptimas y salubres.
La desinfección es imprescindible para controlar la presencia de organismos nocivos que puedan poner en peligro el estado del agua y de la piscina. Además de poner en riesgo la salud de los bañistas. En cuestión de higiene, los productos desinfectantes combaten y destruyen cualquier rastro de bacterias, virus y microorganismos. Elimina toda huella de contaminación para preservar un agua en perfecto estado.
Asimismo, la desinfección inhibe el crecimiento y proliferación de algas. Contribuye a conservar el aspecto limpio y cristalino del agua, para un baño agradable y placentero.
Precauciones durante la manipulación de químicos para la piscina
Los desinfectantes y demás químicos para la limpieza del agua de la piscina pueden resultar tóxicos y nocivos para los bañistas. Un uso incorrecto e inapropiado puede causar corrosión e irritación en la piel, mucosas y ojos. Para evitar esos desagradables efectos y velar por la seguridad de nuestra salud, es altamente recomendable seguir ciertas pautas de conductas durante su uso y manipulación.
Leer el manual de uso del producto
Todo producto químico debe ir acompañado de un prospecto, manual de uso o ficha de producto. En ellos, el fabricante informa acerca de su modo de empleo y dosificación. Además indica las precauciones a seguir y da consejos para un uso adecuado.
Almacenamiento y conservación del producto
Todos los desinfectantes deben preservarse en su embalaje original. Después de cada uso, debemos asegurarnos de que están bien cerrados y que no hay riesgo de derrame. No obstante, para mayor precaución, es aconsejable situar una cubeta o una bandeja debajo del envase. A fin de que, en caso de derrame, se pueda recoger y reutilizar.
El producto debe estar guardado en un lugar seco, fresco y bien ventilado. Hemos de evitar el guardar productos incompatibles entre si muy próximos los unos de los otros. Para evitar reacciones adversas.
También evitaremos zonas de exposición solar o muy cercanas a algún foco de calor. Los productos químicos comburentes son susceptibles a provocar incendios en caso de un aumento severo de temperatura. Un producto comburente vendrá indicado en el embalaje, por lo que es importante comprobarlo.
Manipulación de productos químicos
El contacto directo con los desinfectantes puede generar irritaciones y escozores en la piel. Es recomendable evitar entrar en contacto con el producto y equiparse con guantes y ropa que cubran y protejan la piel.
Existen productos que pueden desteñir tejidos, por lo que, durante su manipulación, optaremos por vestir prendas viejas y desgastadas.
En caso de contacto con alguna sustancia, evitaremos tocarnos la cara (sobre todo la zona de ojos, nariz y boca) y la de otras personas. Y procederemos a enjuagarnos las manos con abundante agua y jabón. Si, en algún caso, el producto nos salpica en la cara, repetiremos este último paso de limpieza.
Dosificación y modo de empleo.
Preferiblemente, la dosificación del producto se realizará al atardecer o al anochecer y sin la presencia de bañistas en la piscina. De esta manera garantizamos que el producto se disuelva sin arriesgarnos a que el sol evapore parte del contenido.
En primera instancia, dosificaremos la dosis recomendada por el fabricante para comprobar si resulta efectiva. Podremos aumentar o reducir la dosis en función de los resultados observados. Existen múltiples factores que pueden intervenir en los resultados finales: tamaño de la piscina, frecuencia de uso, nivel de suciedad acumulada, ubicación, número habitual de bañistas, clima…
La dosificación se llevará a cabo siguiendo el modo de empleo indicado por el fabricante. La mayoría de productos se venden en distintos formatos para adaptarse a las distintas vías de dosificación (skimmers, dispensadores flotantes, equipos automáticos…).
Reciclaje del envase
Un mal uso del producto no sólo perjudicará a personas, también pone en peligro al medioambiente. No debemos verter el contenido en la naturaleza debido a su alto nivel de toxicidad.
Además, a la hora de reciclarlo, deberemos tirarlo en el contenedor adecuado. El envase informará del contenedor apropiado.
¿Necesita ayuda para recuperar el agua de su piscina?
Si su piscina padece algún problema que no sabe detectar o necesita asesoramiento acerca de qué tratamientos existen para el agua y cuál es el más acertado en su situación, no dude en contactarnos.
En nuestra página web, encontrará una sección con un amplio catálogo de productos químicos para que elija el más acorde a sus necesidades. Los encontrará en una gran diversidad de formatos y envases y de distintos fabricantes.
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